aqui esta!!!!! el 2° capi de HAVEN!!!!!!!!!!!!!
yeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!
capitulo 1
Capitulo dos: *Conociendote Mejor
"...Apareces tú cegando totalmente mis ojos con
tu luz..."
Presta el oído a todos, y a pocos la voz. Oye las
censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión. -Shakespeare
18 de agosto del 2013, 8:00 A.m.
Se oyen los pasos de estudiantes por los pasillos a cada
instante, unos rápidos y otros lentos. A veces acompañados de charlas o
risitas, y otras veces no.
Mayormente, me fijaba en esas pequeñas cosas cuando estaba
aburrida y no tenía nada que hacer. Tenía la costumbre de perderme entre los
miles y miles de pensamientos revoloteando en mi cabeza cuando no tenía nada
que hacer. Y así pasaba horas, horas y horas, inmersa en mis pensamientos.
¿En qué pensaba? En todo. El internado, los alumnos, mi
madre, John, mi hermanito no-nacido, e incluso en Dacy. Pensaba en mis
problemas, en mi pasado y en mi futuro.
Pero en fin... esas son cosas mías. Nada de qué preocuparse.
Estaba sola y sin ganas de leer o escribir, que era lo que
normalmente hacia en mi tiempo libre. Un par de años antes, cuando visitaba a
mi psicóloga, había descubierto cuan agradable podía resultar ser la escritura.
Mediante ella aprendí como desahogarme y convertir mi tristeza y odio en poesía
o en historias.
Miro el reloj a mi lado. Falta una hora y quince minutos
para ir a mi primera clase, asi que tengo tiempo de sobra para desayunar. Voy
al cuarto del baño que está en la habitación y me ducho rápidamente al recordar
que los waffles de chocolate solían terminarse rápidamente.
"Ay Dios mío, por favor. Que no se hayan acabado los
waffles. Los de chocolate son mis favoritos."
Suspiro aliviada cuando llego a la cafetería y me sirvo los
últimos waffles.
*****
-¿Quién es ella? - pregunto fingiendo estar intrigado.
-¿Quién? - responde Dacy siguiendo el curso de mi mirada.
Señalo discretamente a la chica de la que me refería.
-Oh, hablas de esa bruja.
-¿Por qué la llaman así? ¿Es mala?
--¿Mala? - Dacy ríe. - Ella es más que eso. Es cruel,
sádica, y aparte de todo, está loca. No te juntes con ella, trae mala suerte.
- ¿Cómo así?
- Seis meses después de que entrará al internado, su
compañera de habitación fue encontrada muerta en su alcoba.
- ¿En serio? - pregunto esta vez totalmente sorprendido. No
había leído eso en su expediente. ¿Por qué algo tan importante como eso no se
encontraba allí?
- No. Es mentira. - ella esboza una gran sonrisa.
No puedo evitar mirarla con enojo. Eso, sinceramente, no ha
sido gracioso.
-Ella no ha matado a nadie. Pero... si te puedo asegurar que
es una adicta a la cocaína.
- Eso dicen todos.
Dacy me mira con ojos risueños. - Lo dicen porque es verdad,
Sterling. - hace una pequeña pausa para decir mi nombre. El modo en que lo
dijo, me hace sentir nauseas.
¿En serio tengo que soportar esto? Miro como ella muerde su
labio superior, y por un par de segundos me fijo en que sus incisivos se
alargan un poco.
"Perfecto", pienso. "La vampira quiere
clavarme sus colmillos en la yugular"
*****
26 de agosto del 2013, 8:00 p.m.
Cada día se me hace más difícil convivir con la gente del
instituto. Los nuevos: Stacy, Stefan, y Sterling (que por cierto son hermanos)
pasaron de Nuevos a populares. Todo es un caos. Los estudiantes quieren estar
con los hermanos "populares" porque son hermosos, talentosos,
simpáticos y bla bla bla.
Esa mañana estaba húmeda y nublada. En la noche había
llovido un poco por lo que los caminos del jardín estaban mojados y la hierba
tenía gotas de rocío por donde quiera.
Camino hacia una ventana y la abro sin mucho esfuerzo.
Inhalo profundamente y suelto el aire de un bocado. ¿Qué puedo hacer hoy? Tal
vez leer un libro, o escribir un pequeño relato en donde mato a Dacy
despiadadamente en el baño de las chicas.
Desecho la segunda idea. Hacer un relato de Dacy implica
mucha sangre, y eso no es bueno para mí en la mañana.
Cojo mi toalla y voy hacia el baño. Comienzo a tararear la
canción Dressin' Up de Katy Perry mientras me quito la ropa y abro la llave del
agua caliente. Cuando termino de lavarme me cepillo los dientes y luego salgo
para ponerme el uniforme.
Minutos después estoy desayunando huevos fritos con beicon
en la última mesa de la cafetería, alejada de todos. Un escalofrió recorre mi
espalda y subo la cabeza para mirar a mi alrededor. Sé que algo malo iba a
pasar. Se podía sentir la tensión cortar la atmosfera.
Un montón de risas irrumpen el cálido silencio. Miro a
Jackson un amigo de Dacy, y frunzo el ceño al ver su rostro. No estaba haciendo
nada bueno.
Me inclino un poco hacia delante y veo a una chica en el
suelo recoger sus libros, mientras que Jackson se inclina y recoge uno de ellos
con dibujos azules en la tapa delantera.
- Señoras y señores, miren lo que he encontrado: Un diario.
- dice y eso es todo lo que necesito para levantarme, tomar en la mano mi taza
de chocolate (que hasta ese momento bebía) y caminar hacia él lo más rápido
posible.
Me paro justamente detrás de Jackson, toco su hombro
izquierdo y cuando voltea vacío la taza en su cabeza. El maldice y mientras se
ocupaba de su cabello, ahora empapado de chocolate, ayudo a la chica a terminar
de recoger sus cosas para luego llevármela a la mesa donde desayunaba.
-¿Estás bien? - pregunto preocupada.
- Un poco. - la chica se sonroja y pega la mirada al suelo.
- No dejes que te intimiden. Si no se aprovecharan de ti. -
mientras hablo me dedico a limpiar mi mano y al terminar frunzo el ceño pues
ella no me había contestado. Tomo una silla y la giro para sentarme frente a
ella. - Hey, ¿Qué tienes? ¿Te han lastimado? - ella sacude la cabeza y nos
quedamos en silencio unos minutos. Nos hubiéramos quedado horas allí sentadas,
sin decir nada, si yo no hubiera vuelto a hablar. - ¿No dirás nada?
Ella vacila, y luego de que pasaran varios minutos, dice: -
Eres la persona diabólica de la que todo el mundo habla.
La miro por unos segundos y luego río. OK. Ahora tenía un
nuevo apodo: "Diabólica".
En el fondo no puedo evitar sentirme mal, porque, de todos
los sobrenombres que me han puesto, este es uno horrible y totalmente exagerado.
- Oye, - digo después de tranquilizarme un poco, - No soy un
monstruo. Eso tenlo por seguro. - ella sube la cabeza y me mira a los ojos. -
Solo... soy diferente. - suavizo la voz para hacer que se sintiera más segura.
Y lo logré. - Me llamo Alicia.
- Haven. - me apresuro a decir con una sonrisa en los
labios. Estaba más feliz conmigo misma que con ella. Había sido totalmente
fácil conocer a alguien.
Extiendo mi mano y ella la mira vacilante. - Vamos. -
insisto y le guiño un ojo - Te prometo que no morderé.
Nos miramos por un momento muy largo. Y entonces, ella toma
mi mano.
30 de agosto del 2011, 9:16 P.m.
...
...
— ¿Qué hora es? —pregunta mi compañera de cuarto,
Stacy. Miro el reloj de la mesita de noche y estoy a punto de hablar cuando un
rápido pensamiento cruza por mi mente y me hace detener.
— ¿Por qué no miras tu? — vuelvo a fijar la
vista en el libro que estaba leyendo sintiéndome un poco molesta, y es en ese
momento cuando escucho un gruñido tan fuerte y animal proveniente del lado de
Stacy que me asustó completamente. Le lanzo una mirada, no sin antes fijarme en
el descontrolado reloj de la mesita de noche cuyas manecillas giraban rápidamente,
y me asusto al verla. La expresión de su rostro, la manera en cómo me miraba y
como me sonreía, me puso los pelos de punta.
Siento que algo muerde mi cuello fuertemente. Hago una mueca
y subo mi mano derecha para tocar algo húmedo y pegajoso. Miro mis dedos ahora
manchados de un líquido rojo e inmediatamente se que es.
Miro hacia abajo. Las sabanas blancas empiezan a mancharse
rápidamente de aquel horrible color, y el olor, el cual no se puede ignorar,
era sumamente desagradable. Salgo de la cama desesperada, queriendo bajarme de
aquel mar de sangre. Me sentía tan confundida. No podía creer nada de lo que
mis malditos ojos veían.
Estoy retrocediendo lentamente hasta tropezarme con algo a
mis espaldas. Me volteo para ver la cara de Stacy frente a mí. Su cuello
estaba... desgarrado y la sangre emanaba de su herida como una cascada. Miro su
color de cabello y entonces comprendo que esa no era la cara de Stacy.
Era la mía.
...
...
Despierto...
Fue solo un sueño... Nada más y nada menos que un sueño.
Gracias a Dios Stacy no estaba en su cama. Dudo que tendría
ganas de verla después de aquella pesadilla. Miro el reloj y...
¡¡Dios Santo!! Se me había hecho tarde para el desayuno.
Había quedado con Alicia para comer juntas, pero a esta hora tal vez ella ya
haya comido y se haya ido a otro lugar.
Me bajo de la cama de un solo salto, y voy hacia el baño.
Alicia se había convertido para mí en una agradable
compañía. Con ella no me sentía incómoda y tampoco tenía el pensamiento de que
era un estorbo cada vez que estaba conmigo. Algo había cambiado, y de cierta
forma eso me recordaba a mi madre.
Me ducho y me cambié lo más rápido que puedo. Entro a la
cafetería con mi abrigo en las manos y la camisa al descuido, con la prisa no
tuve tiempo para arreglármela bien.
En cuanto veo a Alicia sentada sola en una mesa vacía, corro
hacia ella y me siento a su derecha.
— Hola. — la saludo.
— Te estaba esperando.
— Lo sé y lo lamento. Anoche no dormí muy bien.
— ¿Una pesadilla?
Frunzo el ceño. — Si, ¿por qué lo preguntas?
Ella se encoge de hombros. — Por nada en especial.
Solo quería saber.
La miro por un corto tiempo, y decido dejarlo pasar.
2 de septiembre del 2013, 10:50 a.m.
Llegaré tarde a la clase de Geografía. Eso era un hecho.
Olvidé poner la alarma en la noche y ahora iba con 20 minutos de retraso. Por
desgracia mi error también afecto a Stacy, y ella también iba a llegar tarde a
su clase de gimnasia.
Cuando entro al salón de clases, el profesor me mira con
mala cara.
— Buenos días, Haven.
— Buenos días, profesor. — respondo y camino
en silencio hasta mi silla.
Tenía la cabeza gacha, así que solo pude ver los zapatos de
la persona que ocupaba mi asiento. Aquellos pies se impulsaron hacia delante
dejándome espacio para pasar a la silla de al lado. Los pupitres eran de dos
personas y yo nunca había compartido un lugar con nadie, por lo que era extraño
que aquella persona estuviera en mi mesa.
— Hola. — dice una voz masculina y yo subo la
cabeza bruscamente chocándome con el rostro de uno de los hermanos populares.
Era el "sexy", para ser mas exacta.
— ¿Qué? — es lo único que se me ocurre decir,
y mentalmente me doy una cachetada. ¿En serio le he preguntado eso? ¡Que
estúpida!
— Señorita Wilson. — dice el profesor
llamándome la atención y yo vuelvo a agachar la cabeza.
— Lo siento, profesor. — le respondo. Y en
silencio abro mi libro en la pagina que esta escrita en la pizarra blanca.
— ¿Cómo te llamas? — pregunta "el
sexy" y yo le escribo mi nombre en el libro. — Mucho gusto,
Haven. Me llamo Stefan. — wao, así que el chico sexy tiene nombre.
— Lindo nombre. — le miro a través del
rabillo del ojo sin atreverme a creer que él había dicho aquellas palabras.
Nadie nunca me había dicho eso, aparte de mi mamá y John, y me sentía muy
agradecida.
Nos quedamos en silencio por unos cuantos segundos hasta que
el vuelve a retomar la conversación.
— He escuchado que el próximo fin de semana saldremos
al pueblo de Leominster. ¿Te gustaría acompañarme?
— ¿Por qué?
— ¿Por que qué?
— ¿Por qué yo?
— He hablado con todos los estudiantes menos contigo.
Me gustaría conocerte mejor.
Trago ruidosamente. A pesar de que aquello sonó bastante
extraño, sentía un fuerte deseo de aceptar.
— Te acompañaré con una condición. — me
apresuro a decir antes de arrepentirme.
— ¿Cuál?
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y a ustedes que tal les
parecio? opinen!!!!!!!!!!!!
me gusta espero segir leyendola
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