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28 octubre 2013

TERCER CAPITULO de RAVEN!!!!

si!!! ya esta la primera parte del TERCER CAPITULO de RAVEN!!!!..... esta historia cada vez se pone mas buena.......




“…Perdona mis ignorancias por que al principio tuve miedo…”
Con el cebo de una mentira se pesca una capa de verdad. –Shakespeare
  



10 de septiembre del 2013: 8:43 A.m.
            — Estoy emocionada. Y tú, ¿no lo estás?
            Pongo los ojos en blanco. — Solo vamos a salir del internado, Alicia. Lo que siempre hacemos cada mes.
            — Lo sé, pero es que es la primera vez que vamos tu y yo juntas. — sus ojos se tornan ensoñadores, y comienzo a pensar que Alicia necesitaba ayuda urgentemente.
            ¿En serio? ¿A qué se debe tanta emoción? ¿Me pueden explicar?
            Detengo mis pensamientos al ver a Dacy subir al autobús seguida de Sterling que tiene una mano posada en la parte baja de su espalda.  La ira surge en mí como un remolino y se me hace muy difícil ocultar la expresión que mi rostro refleja. Se supone que no tiene que importarme. No debería importarme, y sin embargo, estoy aquí muriéndome por dentro.
            Dacy siempre tiene que alardear sobre su fama y la inevitable atracción que sienten los chicos hacia ella. Es una de sus especialidades. Y si en algún momento no la ves haciendo nada de eso, puedes estar seguro como el infierno de que no es ella.
            — Hola, Haven. — Stefan aparece frente a mí y no puedo evitar lanzarle una mirada amenazadora. Eso fue más que suficiente para que él se diera cuenta de que no tenía ganas de hablar, así que en silencio se sienta en el par de asientos al lado de mi.
            Suspiro entre cansada e irritada. Comienzo a mover las piernas, nerviosa.
            Acepté acompañar a Stefan a la ciudad porque me lo había pedido anteriormente en clases. De alguna forma logró convencerme y debo felicitarlo por su insistencia.
            — ¿Lo conoces? — me pregunta Alicia en voz baja inclinada hacia mí. La miro asintiendo débilmente con la cabeza antes de poner toda mi atención en Stefan.
            — Estará hoy con nosotras. — ella mira sus manos entrelazadas con una sonrisita en los labios.
            — ¿Por qué?
            — Porque quería que lo acompañara en su primer viaje en la ciudad.
            Alicia frunce el ceño. — Que extraño.
            — Eso es exactamente lo que pensé. — susurro y luego le lanzo una corta mirada a Stefan para ver en que estaba.
            Tres horas después, salimos del cine riendo y hablando sobre la película que vimos de dibujos animados. El salón está lleno de estudiantes que, como nosotros, entraron a ver esa película u otras. Mi mirada esta barriendo el entorno y sin aviso se detiene en una esquina alejada de la multitud donde Sterling esta coqueteando con Dacy. Aunque coquetear no viene siendo la palabra adecuada, ya que el la está acorralando, literalmente, contra la pared.
            Mis ojos se abren como dos inmensos platos cuando Sterling inclina la cabeza hacia Dacy y le devora la boca como si estuviera hambriento. Desvío mis ojos de esa escena temerosa de que se me puedan caer.
            — ¿Te gusta?
            Miro a Alicia pensando que era a mí a quien preguntaba, pero luego me fijo en que ella está mirando a Stefan que está totalmente tenso.
            El niega con la cabeza y se gira para darle la espalda a su hermano. Yo vuelvo a mirar a la pareja queriendo asesinarlos con los ojos, y de repente una figura femenina y sonriente se coloca frente a mí.
            — Hola, chicos. — miro hacia atrás y pongo cara de pocos amigos al ver quien nos hablaba. Su hermano le responde con un seco "hola" lo que hace que ella frunza al ceño.
            — ¿Qué pasa? — el niega con la cabeza y ella se encoje de hombres restándole importancia al asunto. Ella vuelve su atención hacia mí, y me asusto por el peligroso brillo en sus ojos.
          — Me gusta tu cabello, Haven. Es muy hermoso. — bajo la vista sin saber que decir.
            — Hum… gracias.
         — ¿Ya tienen planes? Me gustaría acompañarlos. — los tres negamos con la cabeza, y entonces me acuerdo de que tenía algo que hacer.
            — Tengo que ir a un sitio. Los veo luego. — doy un paso hacia delante y Alicia me detiene.
            — Te acompañaremos.
            — No hace falta. — me apresuro a decir, pero los tres insisten tanto que termino aceptando y camino con ellos hacia la casa de Margaret.
            — ¿Qué haremos aquí? — me pregunta Stacy.
            — Visitaremos a una vieja amiga. — camino todo el sendero hasta la puerta de la casa seguida de los demás. Toco el timbre y 30 segundos después se abre la puerta.
            Una anciana de algunos 70 años sale de detrás de la puerta con una inmensa sonrisa dibujada en el rostro.
            — ¡Haven! Que agradable es verte otra vez.
            — Hola. — la abrazo fuertemente antes de colocarme a su lado y presentarle a Alicia, Stefan y Stacy. Todos la saludan y entramos a la casa cuando Margaret nos invita a pasar.
            Todos nos sentamos en la sala, Margaret nos enciende la televisión y pone el canal Fox que en ese momento estaba presentando Los Simpson.
            Pasamos un rato muy lindo. Hablamos sobre muchas cosas, nos reímos, cantamos, comimos un montón y de mala gana nos despedimos para marcharnos. Le prometemos volver el próximo mes y emprendemos nuestro camino hacia el lugar donde indicó la directora que deberíamos reunirnos todos los alumnos para irnos.
            En el bus, los cuatro nos sentamos en los últimos asientos pues todos los otros estaban ocupados. Sterling estaba delante de nosotros, y extrañamente, no andaba con Dacy. El se gira para hablar con nosotros, pero yo miro por la ventana que está a mi lado, ignorándolo.
            Gracias al cielo, el no me hizo ninguna pregunta directamente. Si lo hubiera hecho, dudo que le hubiera respondido de buena forma, pero al parecer el también me estaba ignorando.
            Y eso estaba bien.
            Cuando llegamos al internado caminé hasta mi habitación junto Stacy en un silencio pulcro ya que ambas estábamos ensimismadas en nuestros pensamientos.
            Entre al baño de la habitación para ducharme. Cuando salí Stacy entró con la mirada a miles de kilómetros de aquí. Yo me vestí con mi pijama de color blanco con lunares negros, entré a la cama arropándome de pies a cabeza totalmente exhausta y me quede dormida al minuto siguiente.
***
11 de septiembre del 2013, 7:26 A.m.
— Hola, mamá.
— ¡Haven! — alejo un poco el teléfono de mi oído para evitar que su grito de entusiasmo rompiera mi tímpano.
— ¡Vaya! ¡Cuánta emoción!
— No puedo esperar a que veas la habitación del bebé. Es hermosa.
— ¿Cuál habitación cogiste? — pregunto, temiendo por la respuesta.
— La tuya.
— ¡No! ¿Por qué?
— Queda justamente al lado de la mía y necesito estar lo más cerca posible de mi bebé.
— Es injusto. ¿Por qué no lo consultaste conmigo primero?
— Cariño…
— ¿Dónde pusieron mis cosas? — la interrumpo porque no quería oír sus explicaciones.
— Tomamos una de las habitaciones de huéspedes. Pero no te preocupes, — se apresura a decir.  — Colocamos todo como tu anterior cuarto.
— Bien. — nos quedamos en silencio un rato y decido preguntar por John.
— Sufrió una lesión en la rodilla la semana pasada. Tenías que ver como calló. Casi se me sale el corazón por la boca.
— ¡No! ¿Es grave?
— El doctor dice que no, lo cual es un alivio.
— Te entiendo. El debe de estar devastado.
— Si. Ahora mismo está repitiendo una y otra vez su caída en el televisor. — rio un poco.
— Típico de John.
— Seh. — nos quedamos unos segundos en silencio. Me acuerdo de que solo tenía veinte minutos para hablar con mamá y la pongo al día lo más rápido que puedo sobre mi desempeño académico. Ella me sigue contando sobre los cambios que hizo en la habitación del niño y al ver en la pantalla del teléfono que solo me quedaban tres minutos decido despedirme de ella.
            Salgo de la cabina y una chica pelirroja entra cerrando la cortina detrás de sí. Me pongo mi abrigo negro y oculto mi cabeza con la capucha. Como siempre, camino con la cabeza gacha pensando en mi madre y su relación con John hasta que choco contra alguien tan fuerte que me caigo de nalgas al piso.
            — Que diablos...
            — Lo siento. No te vi. — murmura una voz masculina
           — ¿Cómo que no me viste, idiota? — Una mano se detiene frente a mi cara pero yo la aparto de un manotazo y me levanto por mi propio pie.
            Miro a la persona a los ojos y por un brevísimo instante pienso que es Stefan.
          —Lo lamento mucho. No te vi.
            Le lanzo una mirada asesina sabiendo que aquello no era cierto. Lo hizo a propósito. Mi mente me lo gritaba fuertemente.
             — Mentiroso. — le digo y sigo mi camino rápidamente sin mirar hacia atrás. 

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y por que me dejan asi!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¿Que les pareció esta parte? ¿Les gusto?

1 comentario:

  1. Hola, cuando vas a subir el resta de capitulos, es que me muero por leerlos. Gracias

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