Autora: Cecilia Vinesse
Género: juvenil – romántica
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Editorial: Puck
|Urano**
Sinopsis:
Sophia tiene siete días.
Una semana antes de que su vida cambie para siempre.
Nacida en Japón, de madre
americana y padre francés ahora divorciados, Sophia vive a caballo entre dos
continentes. Tras pasar los últimos dos años en Tokio rodeada de otros
adolescentes expatriados como ella, está a punto de regresar a Nueva Jersey con
su madre y su hermana.
Tan solo le quedan siete
días para disfrutar de sus amigos. Siete días para despedirse de Tokio, la
ciudad que ha llegado a considerar su hogar. Siete días para vivir intensamente
el día y la noche, para averiguar qué siente en realidad por Jamie, el chico
que siempre le ha gustado en secreto… y qué significa ella para él.
Un plazo muy breve… o muy
largo tal vez. Porque siete días pueden ser suficientes para transformar
relaciones que parecían inamovibles, para sacar a la luz secretos, traiciones y
viejos resentimientos y para albergar no solo finales sino también, tal vez,
nuevos comienzos.
Esa palabra puede
hacer llorar hasta el más fuerte...puede dar miedo al más valiente...puede
hacer temblar al más aventurero.
Esa simple palabra
puede hacer sentir muchas cosas porque genera un cambio...
Y los cambios
asustan...Porque nunca se sabe que es lo que puede ocurrir.
Genera la sensación
de pérdida...por todas las cosas que se deja atrás, las personas que se conocieron
y recuerdos que se acumularon.
Mudanza.
Una simple palabra
con un gran significado.
Y es lo que tiene que enfrentar
Sofi...un cambio radical de culturas, país...ambiente, amigos...y sobre todo de
ella.
En una semana descubrirá que no
todo lo que ella creía era cierto…ni que todo lo que sentía era verdad…tendrá que
aprender de los errores, de aceptar otros…tendrá que madurar y afrontar la
realidad…aunque esta sea dura.
Muy dura.
Porque ¿quién se quiere despedir quizá
para siempre de sus mejores amigos? O ¿despedirse de talvez quien sea el amor
de tu vida? Es cierto que puedes volver y nunca marcharte…pero cuando eres un adolescente
no tienes muchas opciones mas que seguir a tus padres…y volver después de un
tiempo…no te garantiza que encuentres a las mismas personas que dejaste atrás en
su momento.
--Quiero decir que el hecho de que no tengas un lugar perfecto al que acudir no significa que no tengas un hogar. Ese hogar puede estar en todas partes, donde tú quieras –Apoye las manos en su pecho – El hogar puede estar aquí adentro.
O tener el dilema de mudarte a un
lugar que te ofrezca permanencia, un lugar que puedas llamar hogar, un lugar en
donde no tendrías que despedirte cada determinado tiempo…pero donde también es
un lugar donde no eres del todo bienvenida.
Como dije…el cambio…el cambio es
un cabron cruel y despiadado.
Cuando termine de leer el libro, dos
pensamientos se cruzaron por mi mente:
1-La autora de verdad debió amar
mucho Tokio, para escribirle un libro….porque se siente todo lo que extraña.
2-Y ¿que fue ese final????? ¿Porque
no hay epilogo o la promesa de un segundo libro? PORQUE???
Cecilia...NO PUEDES HACER ESTO!!!
Es un crimen literario dejar semejante final. O sea no...mínimo un epilogo
feliz. No es que sea del todo triste…..pero JODER….
Joder.
Uno de los puntos que me encanto fue: la
evolución de Sofi...de una niña a una adolescente en proceso de maduración. Que
en verdad logra afrontar sus decisiones.
Nos dejó ver sus miedos, sus ilusiones
de pertenecer a un verdadero hogar...de su amor por la ciencia y los astros...
Su relación amistosa y romántica...y lo duro que ha sido para ella ese proceso
de crecimiento y maduración.
Sin duda un libro sobre crecimiento personal y aceptación.
Lo que me lleva a pensar que quizá no sea la distancia o el tiempo lo que te aleja de la gente. Quizá sea uno mismo quien decide cuando se aleja de los demás.
Gracias a la editorial por el libro**
Uffff, que reseña. Mudanza, cambio y adolescencia, tres palabras que juntas dan vértigo.... cuantas ganas de empezarlo!!!
ResponderBorrarEstoy igual Maite, deseando leerlo pero temiéndolo al mismo tiempo, porque esa referencia a un final sin epílogo me hace pensar en no habrá un cierre. Comentaré cuando finalice su lectura, gracias Anna.
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